Gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, ya no es necesario construir un edificio o una casa en terreno. Ahora, es posible fabricar sus partes en una planta y luego llevar al lugar donde se instalará. Esto es lo que se conoce como construcción modular, un proceso donde la infraestructura es producida en condiciones controladas y en el cual se usan los mismos materiales diseñados bajo los mismos estándares que las instalaciones tradicionales, pero con la gran ventaja de obtener la solución lista en la mitad del tiempo.
Tal como señala el Modular Building Institute, la edificación se realiza en base a módulos que, al ensamblarlos en terreno, reflejan el mismo diseño y especificaciones de la construcción más sofisticada levantada in situ, sin comprometer ningún aspecto de la estructura.
Existen dos tipos de construcciones modulares: las permanentes, como los edificios de oficinas o residenciales, y las reubicables, que están pensadas para ser reutilizadas varias veces y trasladadas a distintos lugares.
La construcción modular muestra grandes beneficios frente a un edificio convencional
Los espacios modulares son construidos al mismo tiempo que el trabajo en terreno, lo que permite ahorrar entre un 30% y un 50% de tiempo en comparación a una edificación tradicional.
Además, dado que entre el 60% y el 90% de la construcción se realiza en una fábrica, es posible mitigar el riesgo de atraso por razones meteorológicas.
Más amigables con el medio ambiente: Al ser fabricadas en planta, las construcciones modulares generan menos perturbaciones en el lugar de instalación y menos residuos. Esto último se logra a través del reciclaje de los materiales desechados, control del inventario y de la protección de los materiales de construcción.
Estas edificaciones también se pueden reutilizar, lo que reduce la demanda de materias primas y minimiza el uso de energía.
Más sólidas
En términos estructurales, los edificios modulares son generalmente más sólidos que las construcciones convencionales, ya que, cada módulo está diseñado para soportar de manera independiente los efectos del traslado y movimiento de las grúas. Una vez ensamblados, los módulos se convierten en un solo montaje de paredes, piso y techo.
Flexibles
A diferencia de una construcción tradicional, los espacios modulares permiten expandir o reducir el tamaño de la estructura según los requerimientos del cliente. Así, por ejemplo, si una familia que vive en una casa modular -también llamada casa prefabricada- crece, es posible añadir módulos habitables para albergar a los nuevos miembros.
Más seguras
Dado que las soluciones modulares son construidas en planta, el riesgo de accidente es menor para los trabajadores.
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